miércoles, 16 de septiembre de 2015

Misericordia


Del blog de la Communion Béthanie:

Pasemos el verano con el libro Oser la chair (atreverse con la carne) del fraile dominico Jean-Pierre Olivier Brice, en Ediciones du Cerf. Premio de libros de Espiritualidad Panorama– La Procure 2015:
Christi600



La compasión es instintiva,
mientras que la misericordia es
un compromiso voluntario
para la vida y la salvación de otro.
La compasión me hace próximo
de los que me son próximos,
mientras que ejercer la misericordia
es querer hacerme el más alejado
de mí, de Dios, de la iglesia, de mi raza,
de mi religión, etc.

La misericordia no es ni una emoción
ni un rasgo del carácter, sino que es
un compromiso deseado, escogido, deliberado
hacia los hombres para su vida.
Ser misericodioso, es querer ser
más próximo de aquéllos que no tienen
prójimo, de los más lejanos.

Si la compasión viene de nuestra humanidad,
la misericordia, ella, viene de Dios.

Dios comparte todo, incluso su santidad.
Ser misericodioso, es parecerse a Dios,
es ser perfecto. La perfección no está en
la moral, sino en la misericordia; es
querer la vida de los otros, incluso la de nuestros
enemigos como Dios lo quiere.

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